viernes, 5 de noviembre de 2021

La educación del futuro

Pensar que el 65% de los trabajos que van a desempeñar los alumnos que hoy se encuentran en la escuela, aún no se han inventado, supone un auténtico reto para la escuela, ya que una de sus funciones consiste en preparar de forma óptima al alumno para el mundo laboral. 

Sobre esta conclusión, miles de expertos han puesto su granito de arena a la hora de imaginarse dentro del proyecto WISE. Todos estos intelectuales se plantean como sería la educación en la década de los años 30. De la educación de estos tiempos se imagina y se predice, la desaparición de las asignaturas tal y como las conocemos, de las reválidas, de los deberes e incluso, de los exámenes. Plantea también un futuro sin fracaso escolar, una revolución en la función del docente y una estrecha colaboración entre el hogar y la escuela. El nuevo papel del docente será la del guía orientador, que habrá de en parte, filtrar las informaciones más útiles y enriquecedoras para los alumnos. 

La llegada de las tecnologías será un tsunami que arrasaría con todo. El artículo recalca en grandísima importancia la realidad virtual como sustitución del estuche, del papel y de la pizarra. El avance de las nuevas tecnologías es desde luego imparable, e históricamente, suele ser imparables en todas las épocas. La llegada del neolítico y sus cambios sociales, tecnológicos, económicos y demográficos conoció resistencias de todo tipo, pero una vez adaptado el modelo, no hubo vuelta atrás; las innovaciones de las revoluciones industriales generaron tal tensión a los modelos económicos precedentes que surgieron movimientos como el ludismo. La locomotora de los tiempos avanza más rápido que nunca y si ya fue imparable en tiempos pasados, probablemente lo sea a día de hoy y en los días venideros. Los avances tecnológicos y por ende, los sociales que le siguen, deben ser recibidos por la educación tal y como la sociedad lo hace, a no ser que esta quiera convertirse en un sujeto inoperante. 

El sistema de calificaciones por estos expertos es ampliamente cuestionado. La desaparición del boletín de notas se llenará con tres tipos de evaluaciones para nada tradicionales. En primer lugar y en etapas básicas, la inteligencia artificial procesará los datos cruzados de las observaciones de los profesores en conjunción con datos aportados por gadgets inteligentes. Posteriormente, el alumno cuando haya elegido su rama profesional, será evaluado a través de una especie de currículum basado en cuales serán aquellas cosas que sepa capaz de hacer de nuevas. El tercero sería un test que toma como referencia al PISA. 

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