jueves, 28 de octubre de 2021

La acción tutorial de nuestro amigo "El Barto"

Para la construcción del conjunto de competencias y aptitudes del tutor ideal, me basaré en aquellas que hemos ido reuniendo en la actividad grupal de la reciente sesión de la asignatura de "Procesos y contextos educativos". 

Al igual que otros muchos de los grupos que participaron en esta actividad, nos decantamos por competencias fundamentales y necesarias no solo en el ámbito de la tutoría, sino en el conjunto de la actuación en un centro escolar. Las más repetidas por todos los grupos, fueron la empatía (a la hora de comprender como es el sentimiento ante diversas situaciones, de aquellos chavales que estarán en nuestras tutorías), líder y animador (debiendo conducir las actividades planteadas en la tutoría de una forma didáctica, en cierto sentido lúdica, y que involucre a todos los participantes por igual) y creativo (siendo capaz de romper con las didácticas monótonas, captando la atención del alumnado durante el mayor tiempo posible).

Por otra parte, nuestro grupo se encargó de dar a Bartolo, como tutor ideal, las competencias y aptitudes que fuera a necesitar. Algunas de todas las virtudes que debían recaer en Bartolo fueron apuntadas por otros grupos, aunque el nuestro también tuvo importantes puntos de originalidad. Algunas aptitudes como la de pigmaliónico (basada en los estudios que describen el efecto pigmalión, siendo lo que en él se demuestra, rasgo fundamental ya no del buen tutor, sino del buen profesor), flexible (siendo capaz de adaptarse a entornos tan dinámicos como las aulas de secundaria y a sucesos tan variopintos como los que en ellas pueden suceder) y la justicia en combinación con la conciliación y la virtud de la comunicación (con la finalidad de ser capaz de tener la mano izquierda necesaria para intervenir de forma proporcionada y justa en los conflictos que se desarrollen en aula, sin por ello hacer sentir como beneficiados o perjudicados a cualquiera de los implicados en dicho conflicto). 


Por todo ello, el buen tutor debe ser un compendio de actitudes que combinen la cercanía, con el liderazgo, la fe en sus alumnos con la aplicación de la justicia en según que momentos. Al mismo tiempo debe compaginar una buena faceta lúdica, con un yo que resulte carismático y puede ejercer el papel de líder en el aula. 

1 comentario:

  1. Aha! vosotros fuisteis los que pusisteis lo de pigmaliónico !! la verdad que me sorprendisteis metiendo esa "palabreja" jajaja Bartolo parece un tutor de 10 ! 😜👌

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